por Ezequiel Nino
Colaborá con nuestra investigación a través de esta encuesta de satisfacción
ACIJ está convocando a todas aquellas personas que hayan participado alguna vez en concursos para acceder a los cargos de juez o jueza del Poder Judicial de la Nación, a contestar una encuesta para describir su experiencia en el proceso y colaborar con la elaboración de un informe o artículo que dé cuenta de la situación de los procesos de selección y la propuesta de mejoras en sus distintas etapas.
En diciembre de este año se cumplen 25 años de la creación del Consejo de la Magistratura. Si bien este organismo presenta varias cuestiones que creemos propicias mejorar, para un mejor desempeño de sus funciones, como sociedad civil tenemos que seguir explicitando una situación cuyos efectos ya se ven pero que serán muy graves para el Poder Judicial que viene.
Uno de los objetivos de la reforma constitucional de 1994 fue despolitizar el proceso de nombramiento de los jueces y juezas de la Nación y generar mecanismos que garanticen la idoneidad de esas designaciones. Había habido una seguidilla de escándalos derivados de la falta de interés de los poderes políticos de nombrar a personas con conocimientos del trabajo.
En la década de 1990, por ejemplo, hubo una abogada que había denunciado que una jueza civil la había querido contratar para redactar las sentencias pues no sabía hacerlo. En otro caso, se había descubierto que un fiscal federal no tenía título de abogado. Más tarde se conoció que la madre del fiscal era la tarotista del entonces presidente Carlos Menem, vínculo que se supone lo habría ayudado a acceder al cargo. Así, el mecanismo existente para la designación de magistradas y magistrados -que consistía en que el Poder Ejecutivo debía remitir una propuesta al Senado, y éste le darle su aprobación- ya no podía continuar.
Fue grande, entonces, la expectativa que provocó el cambio a un proceso más competitivo y meritocrático. Tanto así que las maestrías de las universidades se llenaron de personas que ahora necesitaban mejorar sus currículum vitae, en lo referente a los antecedentes académicos. Los concursos también se llenaron de aspirantes pero ese interés fue cayendo a lo largo del tiempo.
En los últimos años, desde JusTA hemos estado en contacto con muchas personas que han participado de estos concursos públicos, varias de las cuales nos han expresado reclamos sobre distintas irregularidades o descontentos respecto de los mecanismos de selección.
Por esto, buscamos estar más estar vinculados a más personas que hayan concursado porque, en particular, esto nos permitirá tener más información para: elaborar una serie de publicaciones que estamos preparando para el aniversario de los 25 años del organismo; identificar otro tipo de irregularidades si es que las hubiera; conocer visiones de personas que hayan tenido buenas experiencias en los concursos; poder ser una suerte de referente que pueda realizar reclamos en representación de las y los postulantes que temen hacer planteos formales y, así, proponer las reformas que necesita el sistema.
Realizamos una encuesta breve, completamente confidencial y que sólo aspira a conocer la satisfacción de las y los concursantes respecto de distintos aspectos de los procedimientos de selección de los que participaron; es decir, acerca de los exámenes de oposición y antecedentes de las entrevistas, de la duración que tuvieron, de la información brindada a lo largo del proceso, entre otras.
👉 Les compartimos aquí la encuesta esperando conocer sus experiencias y agradeciendo, desde ya, todo tipo de difusión con otras personas que hayan alguna vez concursado.