Impugne para ganar

por Irene Benito

Autor

Irene Benito

Publicado el

2021-08-05

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ConcursosConsejo de la Magistratura

Estudiamos en detalle 10 concursos finalizados por el Consejo en 2018 y advertimos que lograron mejoras en el puntaje un tercio de quienes objetaron la calificación de sus antecedentes


En uno de los casos investigados, el 83% de las impugnaciones resultaron exitosas. En promedio, los cuestionamientos a la corrección del contenido del curriculum permitieron avanzar cinco posiciones en los órdenes de mérito. En el 70% de los concursos analizados, los beneficiarios de las impugnaciones lograron entrar en las ternas y en las listas complementarias remitidas a la Casa Rosada.

Quienes aspiren a acceder a la judicatura en las órbitas federal y nacional tendrán que estar muy atentos a la calificación del curriculum vitae. La impugnación de esta fase del concurso luce crítica para entrar en la terna, según reveló nuestro estudio practicado en 10 de los 45 procesos finalizados durante 2018 en el Consejo de la Magistratura de la Nación. La investigación de ACIJ, que implicó el análisis de 153 recursos, indica que un tercio de los impugnadores logró mejorar el puntaje y -¡atención!- que los beneficiarios de esos cambios ingresaron a siete de las propuestas de candidatos remitidas a la Casa Rosada.
Un hallazgo relevante del análisis desarrollado por Marcelo Giullitti con la asistencia de Madison Grimes es que los consejeros son tan permeables a las objeciones referidas a los antecedentes como impermeables respecto de los cuestionamientos atinentes a la calificación de la evaluación escrita. En efecto, ninguna de las impugnaciones relacionadas con los exámenes prosperó, siempre en el ámbito de la muestra considerada, cuya construcción atendió a criterios de diversidad en cuanto a competencia territorial, material, jerarquía y cantidad de vacantes concursadas. A diferencia de las pruebas, que demandan una consulta a los jurados técnicos que elaboraron las consignas y corrigieron las respuestas, son los propios miembros de la Comisión de Selección del Consejo los que, en función de un sorteo, determinan los puntos del curriculum.
En contraste con lo que pasa con los planteos vinculados a la prueba de oposición, un postulante consiguió sumar hasta 18,25 puntos gracias a la revisión del curriculum. El concursante acreedor de tamaña fortuna es Alberto Ángel Elgassi y la modificación ocurrió en el contexto de un proceso clave para el reparto del poder político: la preselección de postulantes para la Cámara Nacional Electoral. El logro de Elgassi resulta más impactante todavía si se considera que en promedio los impugnadores exitosos cosecharon casi 3 puntos adicionales a los que habían recibido originariamente. La evaluación de las biografías puede otorgar hasta un máximo de 100 unidades y debe ocurrir en función de los criterios tabulados por el Reglamento, que reconoce hasta 70 puntos por antecedentes laborales, de los cuales hasta 30 corresponden a “trayectoria” y hasta 40 a “especialidad”. Asimismo, los antecedentes académicos se califican con hasta 30 puntos repartidos en la misma cantidad de 10 en los rubros “publicaciones”, “docencia” y “posgrado”.

**Hasta 11 escalones más
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La mayor tasa de éxito de impugnaciones registradas en un concurso alcanzó al 83% de las presentaciones. Esa modificación masiva del puntaje otorgado a los antecedentes acaeció en el proceso sustanciado para cubrir una vacante en el Juzgado Nacional en lo Criminal y Correccional Federal N° 5 de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires. Otra vez la reconsideración de las calificaciones impactó en un cargo extremadamente sensible para, por ejemplo, las denuncias de corrupción que involucran a funcionarios del Estado Nacional.
“En promedio, las impugnaciones permitieron avanzar casi 5 escalones en los órdenes de mérito respectivos”, consigna el trabajo de ACIJ. Pero un postulante, Mariano Jorge Cartolano, escaló hasta 11 peldaños en la competencia por las tres vocalías de la Cámara Federal de Apelaciones de La Plata (Buenos Aires). “Es destacable el hecho de que aquellas personas que terminaron en ternas fueron también las más beneficiadas por los resultados de impugnaciones. En este sentido, en siete de los concursos analizados, los concursantes que ocuparon un lugar en la terna obtuvieron un promedio de puntos por impugnación de antecedentes mayor al promedio general. Es decir, la mayor parte de los ternados se vieron más beneficiados por la cantidad de puntaje asignado tras la revisión de la calificación original”, precisa la investigación.
De estos hallazgos se desprende que en la etapa de las impugnaciones existen posibilidades de modificar en forma arbitraria los resultados de las evaluaciones. Ocurre que las objeciones que debieran proceder sólo en el supuesto de errores o arbitrariedades manifiestas en la práctica son admitidas con criterios mucho más flexibles y discrecionales por una subcomisión de Selección, que se maneja sin criterios preexistentes claros en cuanto a las causales para aceptarlas o desestimarlas. Los analistas de ACIJ advirtieron que esta posibilidad de modificar el orden de mérito elaborado con base en los resultados de las evaluaciones desvirtúa el proceso, en tanto posibilita la distribución de beneficios sin que medien razones objetivas. Y añadieron: “se observa que, si bien no es una etapa formal de evaluaciones, por su incidencia en el resultado final funciona como una etapa evaluatoria extra” (para los que saben cómo sacarle partido).

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