por Ezequiel Nino
El Poder Judicial de la Nación carece de la madre de las políticas públicas: la generación de datos confiables que permitan tomar decisiones informadas
No sólo falta un sistema, sino que “el avance tecnológico” implicó un retroceso. En ese contexto, es imposible conocer con rigor técnico la productividad de las oficinas y dependencias judiciales. Hay fueros sobre los que no se informa nada desde 2012. Urge revertir esta crisis estadística que impide detectar fallas sistémicas y producir las necesarias reformas institucionales.
Como sucede con cualquier política pública, para mejorar la Justicia hacen falta estadísticas. Aunque sea una verdad de Perogrullo, tener datos es una exigencia indispensable. Y, sin embargo, en épocas de impresionantes avances tecnológicos que hacen más accesible el acceso a los datos, el Poder Judicial de la Nación (PJN) no sólo no avanza, sino que retrocede.
Lo que sigue es una historia muy ilustrativa que, además de mostrarnos el problema de la falta de estadísticas de la Justicia, describe déficits institucionales muy serios que aquejan tanto a la Corte Suprema como al Consejo de la Magistratura de la Nación, particularmente en las situaciones en las que existe necesidad de interacción entre ambos órganos.
Lo primero que hay que hacer para entender el problema es mirar aquí las estadísticas que actualmente provee el PJN. Cualquiera que examine esa plataforma, la única desde la que se provee este tipo de información, advertirá con facilidad las evidentes falencias que tiene y la escasez de estadísticas que se generan. Entre otros problemas se observa que:
La Acordada 33/92 que rige las estadísticas fue sancionada en 1992 por la Corte Suprema y contempla muy poca información que cada dependencia debía suministrar. En aquella época las estadísticas se realizaban manualmente a partir de conteos artesanales realizados por información obtenida en los famosos libros gigantes de mesas de entradas. Es comprensible que fuera escasa la información requerida en aquel entonces pero no lo es que no haya sido actualizada por el Consejo, que es quien tiene a cargo la Oficina de Estadísticas, con los cambios tecnológicos sucedidos desde aquel entonces.
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Las explicaciones que se brindan desde el Consejo sobre las razones por las cuales en el siglo XXI el PJN tiene información estadística estilo siglo XIX sirven para mostrar la burocracia en la que está inserta la Justicia. Ilustran también los problemas de coordinación entre oficinas de un mismo organismo y entre la Corte y el Consejo.
En 2012 el Consejo adquirió el sistema informático Lex 100 (hasta entonces algunos fueros habían implementado sistemas propios e incluso algunos juzgados tenían el suyo por iniciativas personales de sus jueces). Más allá de que la compra e implementación del programa vinieron acompañados de distintos escándalos (ver notas aquí, aquí y aquí), empeoró la información estadística que la Justicia brinda.
El Lex 100 no incluye un módulo para medir la productividad y la Oficina de Estadísticas carece de acceso a la información del sistema, sino a una copia con recortes denominada MCentra que está en poder de la Administración de la Corte Suprema -nadie sabe bien por qué-. Esto burocratiza mucho el procedimiento (por ejemplo, desde junio de 2019 la Corte no le remite la información actualizada a la Oficina de Estadísticas dependiente del Consejo).
La situación es aún peor que antes de la incorporación del Lex 100 porque incluso hay tribunales que suponen que con esa tecnología no deben remitir más a la Oficina la información que remitían cada año. Evidentemente, la obtención de datos claves para tomar decisiones informadas exige una estructura acorde con su importancia. Por ello con la Asociación Civil por la Igualdad y la Justicia (ACIJ) y otras organizaciones reclamaremos para que se produzcan mejoras urgentes.
Hay algo que podés hacer para reclamar por tu derecho a tener un Poder Judicial con estadísticas: mandá un correo electrónico al Presidente del Consejo de la Magistratura (secretariageneralcm@pjn.gov.ar) para expresarle tu preocupación por la falta de estadísticas en el Poder Judicial de la Nación.